Mientras operamos la prensa manual para enfardar la lana, crujen los entramados de madera del galpÓn torcido por la humedad y las rÁfagas incesantes que se arremolinan, ¡levantan agua! y viajan a toda prisa a travÉs del Seno Última Esperanza. En esta penumbra convergemos humanos, ovejas, oficios, clima y Patagonia.






